sábado, 13 de noviembre de 2010

3er día: Puerto Madero


Recorrer al historia de Puerto Madero nos ayuda a comprender como lo abandonado puede volver a tener vida y utilidad. Un adecuado planeamiento urbano y mucho esfuerzo y trabajo lograron hacer de esta zona un barrio más de nuestra Ciudad.
De lugar de paso a lugar de encuentro, de abandonado a una de las áreas turísticas más concurridas de Buenos Aires. Puerto Madero combina hoy la elegancia con la sencillez, la calidez de la Ciudad y la brisa del río, un estilo moderno que no descuida sus componentes históricos.
Se reciclaron los antiguos docks de mercaderías, conservando sus frentes de ladrillos a la vista y sus vigas de hierro fundido para mantener su valor histórico. La refacción de estos galpones, alineados a intervalos regulares frente a los espejos de agua, otorgó elegancia, prestigio e identidad a Puerto Madero, con la forma abovedada de sus recovas y galerías. Hoy, albergan lofts y edificios emblemáticos con vistas únicas, oficinas, restaurantes, pubs, universidades y distintas obras de gran calidad arquitectónica.
De puerto a barrio de excelencia, esta zona portuaria se convirtió, tras décadas de inactividad, en un ejemplo internacional de reconversión urbana. El desarrollo de una nueva relación entre la Ciudad y el río, el reciclado de sus docks, la apertura de nuevas calles y bulevares, la inclusión de parques y plazas y, sobre todo, la resignificación del espacio público, hicieron de este barrio uno de los más pintorescos de Buenos Aires.

No hay comentarios: